El atrayente color de las fresas o frutillas y su rico sabor dulce y a la vez ácido, cautivan el paladar de muchos grandes y chicos. Y es que, las fresas son conocidas a nivel mundial por ser una planta tropical muy sabrosa; y también su aporte nutricional es muy apreciado. ¿Te gustaría saber cómo plantar fresas, verlas crecer, cosechar y disfrutar el hermoso fruto de tu labor? Entonces continúa leyendo y cultiva tus propias fresas naturales.
Plantar fresas no tiene por qué ser algo complicado, pues son plantas muy adaptables. Las fresas generalmente soportan bien la exposición solar si cuentan con un riego de goteo frecuente. Incluso, puedes plantarlas en tu huerta, patio y hasta en una vasija; lo mejor es que las fresas crecen tanto en climas cálidos, como en climas fríos. Y como ya señalamos, las fresas son bastante flexibles, aunque requieren un buen control de humedad para crecer sanas.
Pasos previos para cultivar fresas
A continuación, despejaremos algunas dudas más frecuentes sobre el proceso de plantar fresas; una planta que, aunque requiere ciertos cuidados, es más fácil de cultivar de lo que imaginas.
Anímate, toma nota del paso a paso guiado de cómo plantar fresas y emprende tu siembra. Con la esperanza cierta de que, dependiendo de la variedad de fresa plantada, al transcurrir entre 6 y 12 meses luego de la floración, verás el fruto de tu labor. Detallemos los pasos previos requeridos para plantar fresas exitosamente.
Suelo
Las fresas aman una tierra suelta y un poco alcalina para darnos su hermoso fruto. Además, es bueno comprar un buen abono orgánico para fortalecer y ayudar en su crecimiento. Ahora bien, si quieres involucrarte al máximo en todo el proceso, crea tu propio sustrato nutritivo en un lugar delimitado de tu jardín. Allí, entierra los restos y cáscaras que resulten de tu diario cocinar, y una vez al día remueve para que los microorganismos como las lombrices aceleren el proceso.
Cuando todo este material esté suficientemente descompuesto y mezclado, traslada porciones de estos desechos hacia el sembradío. Así, el suelo obtendrá y mantendrá la debida cantidad de nutrientes para beneficio de las fresas.
Drenaje
Generalmente en climas calientes la fresa soporta una buena cantidad de humedad; por ello no requieres prestar mayores atenciones al tipo de drenaje que posea el plantío. Eso sí, para evitar el ataque de plagas o que las plantas se pudran, procura que el terreno ni se encharque, ni acumule humedad excesiva.
Iluminación
Las fresas aman las caricias solares, y por eso cuando reciben luz solar semidirecta crecen más rápido y dan más fruto. La exposición solar adecuada para que tus plantas de fresas estén hermosas y sean productivas, son como mínimo unas 5 horas de luz al día.
Guía paso a paso de cómo plantar fresas
La mejor opción para plantar fresas es mediante la adquisición de hijuelos; por eso te sugerimos adquirir cuantos desees en tu vivero de confianza. A continuación, te enumeramos los pasos a seguir:
- Escoge los que observes con un aspecto más fuerte y sano.
- Al llegar a casa déjalos por 24 horas en un recipiente con agua para que sus raíces se hidraten adecuadamente.
- Muy temprano a la mañana siguiente, escoge el lugar donde sembrarás tus fresas, cava hoyitos de máximo 8cm de profundidad y deposita un hijuelo.
- Si deseas plantar varias matitas, deja 30cm entre una y otra, para que tengan suficiente espacio para extenderse libremente. Al ir creciendo ocuparán toda el área libre.
- A continuación, cubre los hoyuelos con el compuesto orgánico o el abono que preparaste anteriormente.
- Verifica que todas las raíces estén bien cubiertas de tierra, compacta cada pie de planta y riega abundantemente.
¿Cuándo plantar las fresas?
Las fresas se adaptan muy bien a los cambios climáticos, incluso a fuertes heladas. Ahora bien, la época más exitosa para plantar fresas es a comienzos de la primavera o finalizando el invierno.
Beneficios del consumo de fresas para la salud
Consumir fresas con frecuencia te garantiza una excelente hidratación y el aumento de las defensas del organismo. Por otra parte, la ingesta frecuente de fresas limpiará tu sangre de toxinas e impurezas, lo que disminuye el nivel de colesterol dañino.
Incluir las fresas en la dieta diaria mantiene en óptimas condiciones el sistema digestivo y previene la anemia. Y el gran valor nutricional de las fresas previene enfermedades como el reumatismo y la gota.
Igualmente, el consumo de fresas ayuda a prevenir la degeneración macular y reduce la presión arterial. Además, controla la diabetes, previene el cáncer y mejora la salud ósea. Y tú, ¿estás aprovechando todos los beneficios de plantar y consumir fresas?
Consejos y cuidados de las fresas
Superada la etapa del plantado, concéntrate ahora en dar los cuidados apropiados a tus plantas de fresas. Ampliemos los principales.
Riego
Durante las 2 semanas siguientes a la plantación, riégalas con goteo durante 30 a 45 minutos cada 3 días. De esa forma permitimos que la planta se adecue al lugar de siembra. Luego, suminístrales agua cada 2 días, de preferencia al amanecer.
Protección de plagas
Las plantas de fresas pueden ser atacadas por enfermedades como el mal blanco y las manchas zonales, y plagas como la araña roja y los pulgones. Para combatirlas, puedes sembrar plantas repelentes como albahaca, romero, salvia y otras de fuerte olor. También es buena opción introducir insectos como las mariquitas o usar repelentes químicos.
Protección climática
Aunque las fresas resisten bastante bien el frío, si donde resides el invierno es muy fuerte, puedes proteger tus plantas de fresas con una lona.
Abono
Abonar las plantas de fresas dos veces al año con un sustrato orgánico de excelente calidad propiciará más fruto y un mayor tamaño. Elige como época de abono a mitad de primavera y a comienzos de invierno.
Poda
Generalmente, la poda se realiza una vez al año. Sin embargo, si observas que la planta tiene hojas dañadas, poco saludables o amarillentas, despréndelas suavemente, preferiblemente con tus manos o una tijera.
Valor nutricional de las fresas
Estas deliciosas frutillas son ricas en antioxidantes, flavonoides, mucha fibra y minerales como el magnesio, potasio, manganeso y ácido fólico. También vitaminas como la C, K, B2, B3, entre otras; incluso pectina y lecitina.